lunes, 20 de noviembre de 2017

YA NO ME IMPORTA PERDER


El mar besa a la playa,
el silencio en una ola,
tu nombre escrito entre barro y plumas.
Jugando a la ruleta rusa,
no sé si me quitaste la vida o el corazón.
Me soltaste la mano
y cayeron las cadenas del crucifijo. 
La venda de los ojos se escurre y 
veo en ropa interior al sauce llorón.
Una aventura comienza en el punto
donde acaba la anterior.
Libre de dopaje,
la humildad es un arte y  
manipular al rival un acto de cobardía. 
Con la adrenalina de sombrero,
una furia dominante y  sin dientes para morder,
abro las puertas cerradas con llave.
Los recuerdos arremolinados en el forro
del  ayer, no pesan en las entretelas del hoy.
Nada o nadie que no quiera estar 
merece la pena mantener.
Si mendigo pan sacio mi hambre,
si mendigo amor averguenzo a mi alma.
Prefiero un alma en pie,
a un estómago acostado. 
Repetir una y otra vez la misma queja,
es como gritar en un baúl hermético,
las palabras rebotan en la frente
hasta provocar un hematoma. 
Hematoma que abre la senda de la verdad.
Los árboles pierden sus hojas y erguidos permanecen.
Hojas pisoteadas. 
Hojas humilladas.
Hojas degradadas. 
Ya no me importa perder.
Cepeda.

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